La familia y los amigos son muy importantes en nuestras vidas pero en ocasiones cruzan la línea. Algunos lo hacen con desconocimiento pero otros saben muy bien cuando se están metiendo en lo que no deben. Cuando eso pasa, hay que dejarles saber hasta dónde pueden llegar.
Hay dos cosas que debes hacer de inmediato:
Detenlos en la primera. Es importante que des un detente tan pronto te sientas incómoda (o) con algún comentario sobre tu hij@.
No permitas que te resten autoridad. Cuando alguien intervenga para cambiar alguna instrucción que le has dado a tu hijo deja claro, de inmediato, que se va a seguir lo que tu dijiste. Luego, en privado, déjale saber a la persona que no lo vuelva a hacer.
Como somos madres primerizas nos creen ingenuas o ignorantes en todo lo relacionado a la crianza de los hijos. Es cierto que no lo sabemos todo, pero algunas nos orientamos para evitar errores. Además, la mayoría de los que opinan detestaban cuando otros lo hacían con ellos. Entonces, ¿por qué lo hacen?
No lo cojas así, déjalo más tiempo en el piso, dale más comida que está flaquito, ponle zapatos, abrígalo más, no lo dejes dormir contigo, quítale ya el biberón, etc.. Estas son algunas de las miles de cosas que te dicen.
Lo único que las madres primerizas le pedimos a los demás es que nos dejen criar a nuestros hijos como mejor nos parezca. Todos saben que nadie experimenta por cabeza ajena y que las experiencias propias te enriquecen.
Muchas de las decisiones que he tomado sobre mi hijo las he hecho en base a la crianza que me dieron mis padres. Sin embargo, algunas cosas hay que modificaras y a justarlas a los tiempos que estamos viviendo.
Consejo: sigue tu instinto.
Los hijos no vienen con manual de instrucciones pero el instinto de madre te sacará a flote. Nuestros padres vivieron una época, nosotros vivimos otra y a nuestros hijos le tocará otra. Además, los consejos que te dan los demás no siempre son correctos. Consulta con el pediatra si tienes dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario